Sin duda mi superhéroe favorito desde siempre ha sido Peter Parker…sí, habéis leído bien, he dicho Peter Parker porque él es quien da vida y sentido a su alter-ego Spider-man.
Y considero al bueno de Peter un superhéroe con todas las letras y una gran fuente de inspiración, porque es un tipo corriente como tú y como yo, que tiene que lidiar en su día a día con problemas cotidianos en su familia, en sus estudios, en su trabajo, que comete errores, que sufre preocupaciones y decepciones continuamente, que su timidez, su gran humildad, su infinita bondad y su enorme generosidad le vuelven vulnerable en muchas ocasiones…en definitiva que no es perfecto, lo que le hace ser un personaje cargado de humanidad y de fallos como tú y como yo, convirtiéndole esto en alguien tremendamente cercano.
Es una especie de Charlie Brown, el bueno de Charlie de la tira “Peanuts”, que se viste con mallas para combatir el crimen. Y aunque la vida se le ponga en contra, siempre saca fuerzas de flaqueza para hacer lo correcto, para enmendar sus errores y para ayudar a la gente que más quiere.
A pesar de ser Spider-man quien ocupa la portada del Daily Bugle cada vez que realiza un acto heroico enfundado en sus mallas rojas y azules, siempre he considerado que, Peter Parker, el hombre detrás de la máscara es el verdadero héroe. En Peter Parker, como en todos nosotros, tanto la bondad, como el compromiso y la tenacidad son su máximo poder, y ya sabéis amigos y vecinos que un gran poder conlleva una gran responsabilidad.
Alejandro Ortega 