Todo aquel que me conozca un poco sabe que Kurt Russell es uno de mis actores preferidos y Snake Plissken, el antihéroe que interpretó «1997: Rescate en Nueva York», sin duda el papel que más me gusta de cuantos ha encarnado.
Este grandísimo actor, nunca lo suficientemente valorado, tiene una de las carreras más dilatadas y peculiares de la historia del cine. Empezó su trayectoria con tan solo 10 años como niño prodigio en producciones Disney y ahora en la actualidad, con 66 años es un genuino actor de carácter y nada menos que un habitual en las últimas producciones cinematográficas de Quentin Tarantino. Entre medias ha rodado biopics, comedias, cine policiaco, western, ciencia ficción, películas de acción, cine catastrófico…y siempre ha demostrado su gran solvencia, versatilidad y profesionalidad aunque la producción fuera mediocre o directamente espantosa, en cuyo caso su interpretación siempre ha estado por encima de la película.
En 1979 empezó una de las colaboraciones más fructíferas entre un actor y un director cuando conoció a John Carpenter, todo aquel que me conozca un poco sabrá también que es uno de mis directores preferidos, con el que ha rodado nada menos que 5 maravillosas películas: «Elvis», «La Cosa», «Golpe en la pequeña China» y el díptico protagonizado por Snake Plissken «1997: Rescate en Nueva York» y «2013: Rescate en Los Ángeles».
Este interprete que huye de la fama y del escándalo, que a pesar de haber estado nominado a un Globo de Oro o un Emmy en alguna ocasión, nunca ha recibido ningún premio importante, y mucho menos un Óscar, ni falta que le hace porque siempre ha demostrado que es un actor de pura raza, un profesional como la copa de un pino y pondría la mano en el fuego que un tío cojonudo con el que si pudiera, me encantaría tomarme unas cervezas. John Carpenter, que sabe lo que se dice, lo definió magistralmente con estas palabras: «Es mi tipo de actor, un hombre al que no le van las chorradas, que se sabe sus líneas, respeta las marcas y siempre llega a tiempo al plató».
En «1997: Rescate en Nueva York» hay una escena que ejemplifica como veo yo a este gran actor. En ella, Snake Plissken, el veterano de guerra y prófugo de la justicia, que interpreta Russell, tiene que rescatar al presidente de USA en una búsqueda contra reloj para evitar su propia muerte. Tras perseguir una pista falsa del «busca» del presidente en un edificio lleno de yonkies, colgados y ladrones de medio pelo, que infructuosamente no le lleva el secuestrado, hastiado sale a la calle junto a la cápsula de emergencia del avión en la que intentó huir el presidente, coge una silla de entre los escombros y se sienta tranquilamente a pensar cuál será el próximo paso que dará…así es Kurt Russell, un actor tranquilo, un antihéroe, pero un auténtico profesional que puedes estar seguro que va a llevar a cabo su misión.
Circula desde hace tiempo una historia que el bueno de Kurt nunca ha desmentido y que cuenta que lo último que escribió Walt Disney antes de morir fue «Kurt Russell», y es que Russell que entonces contaba 15 años era la máxima estrella adolescente de la compañía Disney y Walt tenía toda su confianza puesta en el joven actor en el que veía algo más que una promesa…y Walt, todos sabemos que no tenía un pelo de tonto.
Alejandro Ortega 